En el més de Julio, mi amiga Marisela, me acogió en su casa e hicimos una pequeña quedada. Entre otras cosas, Marisela me enseñó a hacer transferencias.
Cuando las hicimos, me parecieron hasta fáciles, jeje, pero luego, llegas a casa, te pones a ello y todo parecen diferente.
Me ha costado bastante que salgan a mi gusto. Creo que todo es debido a las fotocopias que he usado. Antes de vacaciones, saqué unas que luego se me emborronaban todas y no salían bien, asi que después de unos cuantos intentos decidí ir a otra tienda a hacer las fotocopias. Me sigue costando más hacer bien la transferencia de lo que me costó en Burgos, pero bueno, seguiré intentandolo. (Aunque el resultado me gusta). Para la próxima, voy hacerlas con un papel mejor (con un gramaje más alto).Aquí os dejo el resultado, a ver que opinais.

